18 ene 2011

Descubren dos nuevos agujeros en el centro del Sol

ABC - Día 18/01/2011 - 12.48h

Las imágenes, capturadas hace tan solo unos días, muestran los cambios en la corona solar que provocan las terribles tormentas cósmicas

Imagen de la sonda SDO que muestra los dos peligrosos agujeros en el Sol

 

La sonda de la NASA denominada Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por sus siglas en inglés) ha descubierto dos nuevos agujeros en el centro de la corona solar. Estos agujeros son las «fuentes energéticas» que pueden originar uno de los fenómenos cósmicos más espectaculares y temidos por su violencia, una tormenta solar. Si se producen con la suficiente fuerza, las erupciones cósmicas son capaces dañar nuestras redes de energía y desbaratar los sistemas de comunicación por satélite. De momento, los dos nuevos agujeros detectados no parecen suponer una amenaza tan grave, pero muy pronto tendrán consecuencias en la Tierra en forma de auroras boreales.
Las imágenes de la pareja de agujeros solares fueron obtenidas del 9 al 12 de enero por un instrumento de la nave de la NASA que trabaja en el extremo ultravioleta. Nuevas imágenes del fenómeno, que también puede verse en un vídeo en dos y tres dimensiones -para el segundo hacen falta gafas especiales-, se repitieron el 10 de enero. Uno de los agujeros se encuentra bajo el ecuador de nuestra estrella, y el otro se sitúa por encima. 
Sin previo aviso
Los agujeros de la coronal solar son vastas regiones menos densas y más frías que las áreas que las rodean. En ellos, el campo magnético se abre y permite que el viento solar cargado de partículas escape a gran velocidad hacia el espacio, a alrededor de 800 kilómetros por segundo. Después de viajar por el espacio durante días y recorrer 150 millones de kilómetros de distancia, las partículas del viento solar impactan contra la Tierra y producen magníficas auroras boreales, un espectáculo que pocos privilegiados pueden observar.
La comprensión de cómo se forman estos agujeros solares es muy importante para los científicos, ya que estos campos son los causantes de las tormentas solares. Nuevas investigaciones sugieren que, de momento, no somos capaces de prevenir todos y cada uno de estos arranques solares. Una de cada tres erupciones surge sin previo aviso, lo que prácticamente nos impediría protegernos a tiempo. Además, los tsunamis solares pueden ser tan gigantescos que envuelvan casi por completo toda la superficie del Sol.