21 ene 2012

Gregg Braden - 2012 - Vivimos en un tiempo extraordinario

¿Quién es Gregga Braden?

“Si queremos ver paz, tolerancia, entendimiento, 
compasión y perdón a nivel global, 
debemos convertirnos en eso”

Gregg Braden es un cientifico que con la divulgación de sus conceptos está mostrandonos los nexos de unión entre la ciencia y la espiritualidad. En esta serie de documentales y reportajes vamos a viajar por la realidad que nos quiere mostrar este gran divulgador.

“Por primera vez en nuestra historia, el destino de nuestra especie, de toda nuestra especie, descansa sobre las elecciones de una sola generación”

Gregg Braden es hoy uno de los escritores que mejor han logrado combinar la ciencia y la espiritualidad. Conocido principalmente por libros como “El poder de la profecía” o “La matriz divina“, Braden explora en su trabajo cómo antiguas tradiciones y nuevos descubrimientos científicos van inequívocamente encaminados hacia un mismo destino…


Gregg Braden trabajó como experto en geología computacional durante años para compañías como Phillips Petroleum o Cisco Systems, desarrollando una sólida carrera como científico y experto en informática. Pero llegó un momento que se dio cuenta que había profecías que la ciencia estaba empezando a confirmar poco a poco en nuestros días… como las relativas a la inversión polar.



En su primer libro y video Awakending to zero point (del cual todavía no hay traducción al español por desgracia), comienza precisamente formulando la relación que hay entre el magnetismo de la tierra y la velocidad en que se manifiestan nuestros pensamientos en esta ilusión que pensamos realidad. Dice que algunos de "nuestros científicos" (Gregg siempre habla de la tierra y de sus habitantes en todas sus épocas como un todo del cual nunca se excluye) están preocupados porque el magnetismo de la tierra está disminuyendo drástica y rápidamente, e incluso han especulado ya en secreto de un posible cambio de polos magnéticos del planeta o algún otro tipo de efecto secundario menos drástico pero de igual magnitud planetaria previsto justamente para el año en que termina el calendario maya, y las profecías hopis señalan como el principio de un nuevo comienzo: el 2012.
Dice que entre mayor sea el magnetismo, mayor es el tiempo que pasa para que lo que pensamos y sentimos, se manifieste en nuestro mundo. Por consiguiente, entre menor sea el magnetismo, menor será el tiempo en que nos encontremos con la manifestación de nuestros deseos, o nos estrellemos con la manifestación de nuestros miedos (esto también lo dice Lazaris por cierto, aunque de otra manera).
Luego explica Gregg que genéticamente nuestro ADN cambia con las frecuencias que producen nuestros sentimientos, y demuestra cómo es que las frecuencias energéticas más altas, que son las del amor, impactan el ambiente de una forma material produciendo cambios no sólo en nuestro ADN (específicamente en lo que nuestros científicos llamaron "ADN basura" porque no encontraban su utilidad), sino en el ambiente que nos rodea, de una forma material.
Gregg une estos dos tipos de información para postular que entre más amor dejemos fluir por nuestros cuerpos, más adaptados estaremos para afrontar lo que sea que pueda pasar en el 2012 y para conducir a nuestro planeta, mediante nuestros pensamientos positivos en conjunto, hacia el mejor futuro posible.
Para apoyar esta idea, asegura que en función de lo que ha observado y experimentado en los diversos centros de poder que estudió, ha encontrado evidencias de que prácticamente todas las culturas se habían estado preparando de alguna manera u otra, para lo que ya está ocurriendo en nuestros días. Cuenta por ejemplo que en una pirámide egipcia encontró una sala que simula justamente el tipo de magnetismo que se calcula que tendremos hacia el 2012, y ha visto que probablemente estábamos preparándonos y entrenándonos para experimentar lo que sea que pueda ocurrir próximamente. También habla de algunos templos que encontró no recuerdo donde, en los que los iniciados practicaban el domino de cada sentimiento, esto es de cada frecuencia vibratoria posible, y se preparaban también de alguna forma para estas fechas.
Luego Gregg habla de la "ciencia de la compasión" que en diversas épocas nos han venido a enseñar nuestros maestros, como Krishna, Mahoma, el Buda, y Jesucristo. Especialmente habla de éste último como el modelo más cercano que tenemos como occidentales para aprender a permitir que el amor fluya por nuestros cuerpos y nos ayudemos unos a otros a elevarnos, tal como los miembros de una parvada cuando vuelan juntos.
En la última parte del video Gregg repite de diversas formas que nuestro tiempo de practicar ya se ha terminado y ahora estamos, por así decirlo, en exámenes finales; e insiste en que cada relación que se presente en nuestras vidas en estos momentos, debemos verla como un templo sagrado, pues es una oportunidad para poner en práctica todo lo que hemos aprendido sobre el amor y la ciencia de la compasión. Dice que en una primera fase estas relaciones van a funcionar como espejos para ver externamente todo lo que no hemos visto en nosotros mismos y hemos de resolver; y en una segunda fase nos irán mostrando, no ya lo que hay en nosotros como individuos, sino todo aquello que rechazamos en otros para que tengamos la oportunidad de aceptarlo e integrarlo. Entonces comparte dos anécdotas de su vida personal y la manera en que las resolvió e integró, ¡y termina el video cantando él mismo una canción hopi bellísima