Miz ti tlan
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“Cuando a la mente
física se la deja librada a sí
misma, a su evolución natural, según Aurobindo ella se
muestra escéptica ante
los hechos suprafísicos, de los cuales no consigue tener
una experiencia
directa, y a los cuales tampoco puede presentir. De la misma
forma, y según el
mismo filósofo, cuando la mente física tiene una
experiencia espiritual,
luego la olvida, o pierde la impresión que esa "vivencia"
le había
dejado para, seguidamente, no creer más en ella.”
“El hombre es un ser mental que vive en la
oscuridad de estar
degradado a la condición de encontrarse en un cerebro
físico. A pesar de la
"perfección" de ese órgano, hasta el hombre más elevado de
la especie
tiene sus posibilidades frustradas por esa dependencia.
El cerebro, según Aurobindo, separa al ser humano de sus poderes divinos, y no lo deja ir más allá de ciertos límites, estrechos y precarios. Según ese filósofo, es el cerebro el que hace que el individuo se interese por diversiones, abasteciéndose con deseos continuos; pero la "supramente" se encargará de penetrar en las partes inferiores del ser, y transformará a la mente común, a la vida y al cuerpo. Ahora empezamos a asistir y a vivir eso.”
El cerebro, según Aurobindo, separa al ser humano de sus poderes divinos, y no lo deja ir más allá de ciertos límites, estrechos y precarios. Según ese filósofo, es el cerebro el que hace que el individuo se interese por diversiones, abasteciéndose con deseos continuos; pero la "supramente" se encargará de penetrar en las partes inferiores del ser, y transformará a la mente común, a la vida y al cuerpo. Ahora empezamos a asistir y a vivir eso.”
Sri Aurobindo